Este año al verano le cuesta entrar. Pocos días son los que no hay niebla por la mañana, y hoy no era una excepción. Ayer hizo muy bueno, y por ello, con la creencia de que hoy el día acompañaría me he ido al alba a ver el nido de alimoche. Al llegar al punto de observación se ha echado la niebla y el agua ha hecho acto de presencia, con lo que el madrugón se ha quedado solo en eso.
Antes de que la niebla tomase espesura he podido ver un pollo, agazapado entre el ramaje del nido. Es bastante grande ya. El plumaje negro cubre su cuerpo y, a juzgar por el aspecto de sus alas, pronto surcará los valles del Asón.
Os adjunto una foto meramente testimonial porque la distancia al nido es grande, pero así aseguramos no causar molestias innecesarias.
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1 comentario:
Muy guapo escrito!
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